Amor de la calle
lento, prohibido. Que no comprende su irrealidad.
Obsesión del aire
y de la tierra que no me permite amar.
Dicen que los árboles,
cuando más alto estén sus ramas,
más se comprenden entre si;
árboles que caminan
y que tratan de suprimir sus retóricas monótonas.
Siento no haberles leído
y esa falta se tomó
como parte de la ensoñación
que medita a través de mi.
Porque muchos de los que ahora no están aquí,
no se transforman
en energía catalizadora de sentimientos...
1 comentario:
Alina, cuando leo lo que escribes pienso que debes seguir escribiendo para deleite de nosotros.
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