miércoles, 2 de enero de 2013

EL

No pude reconocer entre toda esa basura social a quien había amado de una forma tan profunda. No pude siquiera hablar. Haberlo visto con ella, me hizo recordar tantas cosas que aún hoy después de tantos años no logro comprender. En primer lugar ¿Por qué no huimos juntos? Y en segundo lugar ¿Por qué no logramos traspasar la barrera de lo mortal? Eramos perfectos. Teníamos la magia necesaria para lograr entrar al paraíso. Tocamos el cielo y al volar logramos encontrar el equilibrio entre lo terreno y lo divino. Lo amé y me hizo pensar que me amó y aunque ha pasado el tiempo, lo sigo recordando tan claramente cómo el día en que se fue.

Despierto a medias de mis pensamientos porque debo seguir sonriendo. Así lo marca la sociedad. pero no dejo de pensar que prefirió estar con ella, prefirió la seguridad que le daba su compañía. Prefirió seguir con esa a quien ya no quería, que estar conmigo. Su verdadero y único amor.

Del brazo de mi prometido, quizá ahora lo comprendo. Después de todo, ella era su esposa y yo solo su amante en turno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Así es la vida, a veces cruel e injusta, pero con el paso del tiempo nos damos cuenta que sucedió lo mejor.