tienen
mil ochocientas cuarenta y seis caras distintas por hora.
En la nuestra,
En la nuestra,
se puede ver el luto en los ojos.
La ausencia de una caricia en la piel.
La tristeza,
la angustia de la incertidumbre.
Hablo de nosotros,
Hablo de nosotros,
como si un nosotros nos hiciera envejecer juntos;
quizá sea el miedo a lo que no se si vendrá.
Y llego a Sin City.
Con la vida en dos maletas.
Y llego a Sin City.
Con la vida en dos maletas.
Con el alma llena de divorcio,
con el corazón completo de la falta que me harás
ahora que tu te quedaste en casa con el perro
y yo me fui lejos,
con un libro de hojas gastadas que ya no puedo leer, por tanto llorar
desde que me dijiste:
"Si te vas, no te molestes en regresar".
desde que me dijiste:
"Si te vas, no te molestes en regresar".
3 comentarios:
Fue lo mejor.
Muy buenos poemas de corte amoroso. Ha sido grato leerlos y conocer tu espacio camarada Alina.
Abrazos.
http://poetafrankruffino.blogspot.com/
Wow!
Publicar un comentario