Cuando llega la mañana
y te alejas de mi como cada día,
tu aroma a madera seca
se queda en esta habitación de suaves paredes blancas.
Y me hacen ver que,
aunque estoy loca,
Existes. No solo en mis sueños. También en el desvelo de las sabanas
que cubren nuestra desnudez por las noches.
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