Aprenderé a no sentirte cerca mío.
A no extrañar tus besos
y sobre todo,
al olvido.
Olvidaré que fuiste algo en mi vida,
aunque me duelas.
Aunque quiera preservarme en tu serena existencia.
Existiré a pesar de ti y de lo que somos.
Amores infinitos que en la distancia y el destierro,
formaron uno solo hace tiempo,
en un seco aunque dulce verano.
En cinco días que fueron de ensueño.
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