Escalofríos recorren mi cuerpo al escucharte. Escalofríos de terror, de amor, de deseo. Del sueño de lo que fuimos y de lo que seremos. De lo que mañana escucharé sin desearlo.
Requerí de tu llamado para comprender lo que provocas y supe que, por fin, era lo especial. Toda la música eres tu, eres color y movimiento.
Horror y náuseas de la palabra "P" que me alecciona a reconocer el grado de inmadurez de mi mente.
A veces quisiera despertar y encontrarte junto a mi. Pero cuando realmente despierto, descubro la verdad de lo que nos rodea: Tanta gente y nosotros dos solos.
Amor de la calle lento, prohibido. Que no comprende su irrealidad.
Obsesión del aire y de la tierra que no me permite amar.
Dicen que los árboles, cuando más alto estén sus ramas, más se comprenden entre si; árboles que caminan y que tratan de suprimir sus retóricas monótonas.
Siento no haberles leído y esa falta se tomó como parte de la ensoñación que medita a través de mi.
Porque muchos de los que ahora no están aquí, no se transforman en energía catalizadora de sentimientos...
Es un niño y yo tratando de estar con el. Tratando de convencerme de que puedo hacerle feliz. Pero... ¿Qué mayor felicidad necesita ese ángel con sonrisa de sol?
Llueve Tus ojos lloran lágrimas de desconsuelo. De saber la verdad ahora que te encuentras en el más allá.
Pero no te preocupes. Nosotras las recibimos cómo una bendición que hará crecer esas flores que tanto amabas y las parotas de éste tu suelo. En ellas seguirás viviendo. Porque quien muere, no se va por completo.
Y allí estaremos siempre, velando por que no sean mancillados tus sueños, que el ayer no se olvide y la imagen prevalezca. Esa es la promesa, amado nuestro.
No se exactamente cuántos kilómetros me separan de ti. De tu cuerpo, del roce de tus labios al pasar sobre mi piel.
Quisiera tener el valor de arrojarme al vacío. Quisiera no temer a la nada y poder volar hacia ti. Y no separarme de ti.
Voy a hablar esta noche y decir a tu alma lo que no me atrevo a decir a tu cuerpo. Decir con las palabras más suaves que te amo, que ya no entiendo la vida sin ti.
Decir que deseo ser eterna para amarte de la misma forma, para tratar de hacerte feliz. Para estar contigo.
Voy a volver esta noche a tu habitación, para besar tu frente y tus ojos. Y cada una de tus pestañas. Voy a regresar, para besarte por todo el tiempo que no pude hacerlo antes.
Voy a demostrarte que tu cuerpo está hecho para mis labios, para tocarte. Y sentirte como nadie me enseñó. Para decirte que eres LA PERSONA. No solo una más en mi vida.
Intenté pagar con silencio tu hospitalidad. Quise iluminar tus noches y me esforcé por ser alegre y jovial. Sin nada que reclamar. Solamente pidiendo media hora de besos y luego a soñar.
Quise ser lo que deseas.
Quise vivir mucho tiempo, pero ahora ya no. Pero ni tu mismo sabes lo que quieres.
Tu eres tu mejor y tu peor juez. Tu eres mi mejor y peor conciencia. Tu eres mi mejor y peor amante. Tu eres mi mejor y peor ausencia. Tu eres mi mejor amiga. Tu no quieres ser mi amor. Tu eres mi amor improbable. Y tu mi amor inalcanzable. Eres mi amor imposible. Posiblemente algún día. Posiblemente hasta dos… ¿Es cierto, es real? Nunca te he dado esperanzas sin sentido. Solo nos queda aguardar, iniciar la cuenta regresiva. Vivir sin límites, sin prejuicios, casi sin esperanza ese par de días. Solo hedonismo. Entre tu y yo. Sin tiempo. Sin lugar. Solo piel. Solo besos, humedades y ¿Llanto? Nunca, excepto el de mi sexo. Y el del mío también. ¿Entonces es un trato? Si. Nuestro breve tango en Paris. ¿Con mantequilla incluida? Con todos tus sueños y fantasías…
Sobrevuelo las latitudes de tu libido, transito por tu piel, por tus insondables secretos. Sobrevuelo el faro, de construcción Arquitectónicamente perfecta, que ofrece una potente luz que ilumina mis tempestades. Sobrevuelo el entronque de dos caminos arbolados y me encuentro ante tu guerrero furioso, sediento de profanar mi herida eterna, esa que no sana, gracias a los embates de tu, ahora, transformado en dulce guerrero. Sobrevuelo y ansío aterrizar en tu hoguera-hogar. Que me hace arder y que apaga mi sed con su manantial de vida de sabor a dulce de limón, a coco rallado.
Los extraños caminos de Dioses ancestrales, me llevaron a un éxodo lejos del hogar. A tierras desconocidas. Sin comprender pero aceptando, aunque dudando de mi supervivencia futura. Llanto, sufrimiento, soledad. Reiniciar de cero. Construir una vida sin cimientos que la sostuvieran, en un entorno ajeno, de fuertes y piratas. Rodeada de agua y mis ojos tan secos de lágrimas. Miré a ambos lados de la realidad. Nada. Mire al cielo, implorando por una respuesta. Y el Dios Chaac, llegó a refrescar mi existencia entera. Con ternura y cuidados renueva mi alma dormida. Me ha dado la certeza del amor, la seguridad de que el mundo no estallará en mil pedazos, porque El se encuentra a cargo. Ya no temo, amo. Soy plena y mejor en el día a día. La pequeña flor de la montaña que hasta hace poco moría, ahora crece fortalecida, en medio del azul de la paz e inmensidad del Dios del Agua.
Odio los climas bipolares. Amo el calor. El sol. Soy una iguana. Necesito sol para vivir. Pero amo el aire fresco. Ese que te pone melancólica porque te hace pensar en la persona que amas. Definitivamente no es el clima. Soy yo. Yo soy la bipolar.
Besaré tus estallidos hasta curar las heridas que no puedo lamer porque duelen. Besaré todo tu ser porque necesito tu estar en mi momentum en este planeta. Besaré tu sonrisa, miraré tus dulces labios y de nuevo, cuidaré de tu piel, que tanto amo.