Si caes te
recojo. Ese era el trato.
Pero soltaste
tu abrazo,
diste la
vuelta al paraíso,
mantuviste
encendido el silencio.
Permitiste
que el frío se colara entre los dos.
No se, pero
creo que hasta abriste los ojos a un nuevo contrato.
Ahora que
caí,
ya no hay
forma de levantarme.
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