lunes, 14 de febrero de 2011

LA PRINCESA Y EL ANFIBIO

Huir de tu perfección,
de la forma en que me asfixia
tu gran amor...
Conoces perfectamente
cada uno de mis pliegues,
veneras mi carne
con ceguera y sin
sentido de la proporción.

Lo que dices sentir,
de ninguna forma hace vibrar mi ser.
Nuestra eterna historia de amor,
la de la princesa y el anfibio
Te lo aseguro, ya terminó.

Me propones una visión irreal de lo nuestro.
Dices cambiar,
(mas no aseguras cuando lo harás).
Una, dos, quinientas veces
La misma promesa de siempre.

Mis días son plenos de sol
y el hastío llega en cuanto apareces…

Estoy segura
que lo sabes.
(pero tu miedo es tan grande),
que no me permites quitarte
el velo que cubre tus ojos.

¿En verdad me amas, anfibio?
Entonces busca otra princesa,
pero ahora que sea como tu,
porque el romance entre especies
es irreal
sin futuro,
y lo que había entre nosotros
al despertarme del sueño
hace mucho terminó.

1 comentario:

Gerardo Andersen dijo...

¡Qué lástima por el anfibio, hermosa! Me encanta que escribes sin temor, abiertamente. En este momento, siento una terrible necesidad de escribir algo para ti. ¿En donde te encontrabas oculta, hermosa?