jueves, 27 de enero de 2011

CAMPESINO

Con duro esfuerzo, siembras en terreno virgen tus pequeñas y negras semillas, arando poco a poco, con tesón y enfrentándote a todo lo que impida la realización de tu trabajo.

Pacientemente cultivas y cuidas los pequeños brotes de tu siembra, producto de tu dedicación y empeño.

Abonas y riegas y fumigas tus plantas, que van creciendo fuertes, con la seguridad de que pronto podrás recoger sus frutos. Esos frutos grandes y jugosos que mitigan la sed y el hambre de tu entorno.

Campesino.

El futuro se saciaría hasta el hartazgo si tus semillas no fueran de cizaña...

lunes, 24 de enero de 2011

HISTORIAS DE BICICLETAS

Como peatón, mas de una vez he odiado a los ciclistas. Me contó la prima de una amiga, cómo al bajarse de la ruta (camión, guagua o como la conozcas), fue atropellada por una bicicleta loca, conducida por un ciclista aún más loco. Y ¿Quién tuvo la culpa? Pues claro que mi amiga, por no haberse fijado al bajar y porque los ciclistas tienen derecho a transportarse por un medio ecológicamente amigable. En una ocasión me tocó ver cómo, al más puro estilo de mensajero-ciclista neoyorkino, un singular personaje sorteando los autos, temerariamente fue mas allá: No solo se pasó la luz roja, si no que hizo gala de múltiples expresiones referentes a la madre de los automovilistas que se atrevieron a pitarle.

Como ciclista, odié una hermosa bicicleta amarilla que me regalaron con el único motivo de “hacer más cosas juntos”. También odié al tipo en cuestión y al casco, los guantes y hasta a la méndiga botellita de agua que todo ciclista bien nacido debe traer: Nomás le cabían tres gotitas de agua y yo, como buen paquidermo que soy, necesito mínimo tres galones por hora o me comienzo a sentir como Bob Esponja cuando lo sacan del agua. Una, si… UNA salida le duró el gusto a Romeo compartir esta “¿bella?” experiencia conmigo, su Julieta. Fueron las dos horas más largas de mi existencia, a la mitad de las cuales, mi Hulk interno emergió; tomó la bici por encima de su cabeza y ¡zaz! La dejó caer contra el suelo lo más fuerte que pudo. Ese día me retiré del ciclismo para siempre y mi príncipe azul se dio cuenta que el seguiría por el mundo cual llanero solitario, cabalgando las calles en su briosa “cicla”.

En mi vida, hay mas de un millón de historias de bicicleta: Cuando andando en bici de montaña mi hermana pasó por un charco de lodo mas hondo y fangoso de lo que esperaba y ¡plop! ¡Al agua puerca! (puerca el agua, no mi hermanita). Cuando una noche mi hermoso Romeo chocó con un poste de luz que plantaron a la mitad de la nada y gracias a eso, se hizo un segundo ombligo con un tubito que no se pa que sirve, pero que tiene el manubrio de la bici. Cuando salí a la tienda montada en la bici y regresé arrastrándola porque mi pantalón se enredó en la cadena y no hubo poder humano que pudiera desatorarla. Cuando el papá de mi hija (así se le dice al ex), por exceso de pago tuvo que devolver a la tienda la bici que le habíamos comprado a plazos a la peque. Hasta con la bicicleta fija he tenido mis queveres: En el trabajo, tenemos un par de bicis para enseñar a los niños acerca de la generación de energía eléctrica. Pues un mal día, mi amiguito Ulises salió corriendo a la cruz roja con un niño en brazos, porque el chamaco desobedeció las indicaciones, se despellejó la rodilla y necesitó dos puntos de sutura…

Y por supuesto, como conductora de auto, estoy aun mas expuesta a la perversidad de esos instrumentos del diablo: Soy muy cuidadosa de no pasar muy cerca de los ciclistas (el hecho de llevar una mayor velocidad que la de ellos, produce el efecto de “jalarlos” hacia el auto y esto se llama Principio de Bernoulli. ¿Ah edá? ¡Si la cara es la que no me ayuda!). Y si por imprudencia o por mala suerte llego a atropellar a un ciclista, es seguro que me lo cobrarán como nuevo y peor aún, como si sirviera. Estoy de acuerdo que cada quien se transporta como quiere o puede, pero al igual que los automovilistas, los ciclistas deben estar reglamentados: no andar por las banquetas, no andar en sentido contrario, usar casco de protección y sobre todas las cosas: Darle Preferencia al Peatón.

Por eso, ahora que a nivel global, los ciclistas quieren ejercer su derecho de vía, tengo miedo. Así que por las dudas, ya pegué en mi auto una calca que, hipócritamente dice: “amiga del ciclista”. Diplomacia ante todo… Pero no diplomacia estadounidense, ¿eh? Esa es medio babas. Está visto que casi hasta un niño de 4° de primaria, puede entrar y salir sin problema de sus páginas de Secretos de Estado.

Pero esa es otra historia…

lunes, 17 de enero de 2011

CONJURO DEL SUEÑO DE AMOR

Hace muchos años, en un país muy cercano, vivía una hermosa princesa que un día, sin esperarlo ni creerlo, se enamoró. El objeto de su amor, era un príncipe de otro reino, que solía mostrar muy poco de sí, pero aún de ese modo, ella lo amó por su loca cordura. Por sus ansias de seguir aún después de haber caído. Por su risa y su voz. Dulce melodía que la acompañaba unos minutos al día, cuando el conjuro mágico del sueño de amor, encontraba la combinación perfecta de números. Y era en esos breves instantes, en los que la hermosa princesa y el príncipe de otro reino, se unían tanto que se convertían en uno.

Y sucedió que, aceptando ella el destino que les separaba, decidió cerrar sus ojos a nadie que no fuese su príncipe. Habría dado la vida por el, si se lo hubieran requerido. O luchado con quien fuera para ganar tiempo y poder estar, tan solo, un minuto con su amor.

Un día, en el bosque de la cotidianeidad, el príncipe fue envuelto por la neblina del deber. Y la princesa enloqueció porque el lazo que los unía, la conexión que le daba vida, se rompió. En vano buscó, en vano intentó encontrarlo, conjurando, prometiendo, rogando por un segundo mas de la voz de su amor. El príncipe no apareció.

Ahora la princesa deambula por la vida envuelta en su terrible pesadilla de doloroso amor. Y sigue esperando que el día de reunir sus corazones llegue pronto. Para que, con una caricia, su príncipe termine de una vez con el hechizo de la separación.

domingo, 16 de enero de 2011

LA NOCHE

La noche nunca ha sido mía.
De niña sentía miedo de la obscuridad.

Quería dormir tranquila, pero también
(si despertaba),
quería que acabara pronto.

Y cuando crecí,

si sufría,
deseaba que durara eternamente.

Pero ella nunca me ayudó.
Se iba.
Y yo debía seguir,
siempre,
seguir despierta.

La noche me hace pensar
y los demonios regresan
de aquel lejano lugar, 
que tanto amo, pero que se perdió,
dejándome a merced de lo que soy,
y que no he logrado reencontrar...

viernes, 14 de enero de 2011

CURRICULUM-BIOGRAFIA (MIA)

Defeña de nacimiento, nacionalizada Colimense. Comenzó a escribir a los 4 años porque no tuvo otra opción: Así se lo requirieron en el preescolar. Sus amorosos padres le compraron un pizarrón para que en el expresara sus ideas, Y también porque era mucho más fácil borrar el grafitti de allí, que de la pared. A los 8 años, hizo su primer escrito para un concurso literario. No ganó y tiempo después se enteró que sus padres jamás enviaron el texto a dicho concurso. Pero ya perdonó el hecho gracias a años de terapia y medicamento.


Aunque alegre, siempre ha sido tímida para tener contacto con la gente. Por eso comenzó a escribir, para expresarse libremente. Además de que en la secundaria, hacía las cartas de amor que sus amigas enviaban a sus novios o pretendientes. Jamás le fue pagado un centavo por regalías.

Estudió el Bachillerato en Artes y Humanidades Especializado en Teatro (¡uf!), en el CEDART Frida Kahlo de la Ciudad de México, en donde formó parte del Taller Literario vespertino a cargo del Profesor Guillermo Espínola. En dicho taller, se creó el grupo experimental Literatus en el que danza, literatura, teatro y artes visuales, se unían. Coautora con su hermana Alejandra Edelweiss Velazco del performance “Se la llevó el tren” que se presentó con éxito como parte del primer encuentro Literatus con motivo de día de muertos. Al cabo de un año debió abandonar el grupo. Porque terminó el bachillerato.

Estudió la Licenciatura en Gastronomía y pasado un breve lapso de tiempo (8 semestres), se dio cuenta que lo suyo, lo suyo, lo suyo, no era la cocina. Después de quemarse con la créme broulé, hacer bolillos duros como ladrillos y confundir el cilantro con el perejil, sus maestros aceptaron su decisión de dejar la carrera y la despidieron a la puerta de la escuela con una gran fiesta: La Gastronomía mundial estaba a salvo.

Como nunca dejó su gusto por las letras (en sopa y libro), decidió estudiar la Licenciatura en Lengua y Literatura Hispánicas. De esos años no hay registro, debido a que el sexo, las drogas y el rocanrol, dejaron en su cerebro graves secuelas de memoria.

Un 17 de julio de 1993, por allí de las 18:23 hrs. (mas o menos) conoció al amor de su vida. Después de ingerir cuatro jarras de cerveza, la cantina fue testigo bullicioso de su promesa de casarse con ese hombre maravilloso. Al día siguiente, ya cruda y al verlo sin el filtro del amor (la cerveza), se arrepintió pero como siempre cumple lo que promete, pues se casó con el. Cinco años después. Aunque el amor solamente sobrevivió a 10 años de matrimonio y debido a esto, se dio un civilizado divorcio, que derivó en una reconciliación, que se convirtió en un noviazgo, que avanzó a vivir en unión libre. Y hasta allí. De ese fallido-reconciliado matrimonio, nació su hija Imma Scherezada que al parecer no seguirá los pasos de su madre. En palabras textuales de la que pudo haber sido la heredera de la biblioteca familiar: “Odio leer, mamá”.

Actualmente trabaja en la Secretaria de Cultura de Colima en el Museo Interactivo de Ciencia y Tecnología Xoloitzcuintle, donde ha tenido que aprender a relacionarse con los visitante (ya va por la séptima cita) y en donde también ha fortalecido su paciencia y tolerancia, debido a los múltiples grupos escolares que a diario visitan el Museo. Que parecen chivos locos que les acaban de abrir el corral.

Ahora asiste a un diplomado en creación literaria y ha decidido publicar sus textos, para dar a conocer sus puntos de vista y opiniones sobre temas varios y para ver si así gana algo mas de dinero, porque las fiestas de diciembre la dejaron un poquito gastada y está sintiendo la cuesta de enero mas empinada que el Volcán de Colima.

miércoles, 12 de enero de 2011

BUENAS NOCHES

Yo aquí, tratando de escribir.

Que hermoso sería poder comentarte mis ideas, lo que pienso y siento y que tu me enriquecieras con tus opiniones. Que al tener un momento de incertidumbre, tu risa ocupara ese espacio vacío entre mis dedos y el teclado.

Que hermoso debe sentir aquella junto a la que duermes, con quien platicas por las noches. A quien haces el amor como deberías hacermelo a mi.

Pero cada quien está en su espacio, en su mundo. En su lugar no deseado que alguien llama hogar pero que yo, al estar lejos de ti, llamo exilio.

Dulces Sueños, príncipe.

CÉSAR


Para César...


El guerrero del Reino de Oriente
Ojos bellos sin alguna expresión
Insertos en la máquina de guerra,
Maquinaria perfecta
Color chocolate y arena.

Suave, terso, sensual al tacto
Poderoso emperador romano
Que hace valer su territorio
Con agujas entrando en mi piel.

Experimento venido de una galaxia lejana
Que besa y flagela mi cuello
(al mismo tiempo).

Tierno juguete de mi descendencia
Que enciende el motor
Y sus luceros cierra.

VULCANO

Lascivo Señor,
con el poder de un millón de volcanes en la voz.
Hermosa deidad,
afortunado hijo de Mater Matuta.
Me corrompes con el dulce aroma de la menta
que emerge del delicado sahumerio que acercas,
ad infinitum,a tus labios.

Tus labios.
Tu boca.
De la que nacen certezas
que perturban lo que he negado
y siempre he sido.

Tu boca.
Tus labios.
Suave tortura
que despertó mi erotismo
gélidamente dormido por eones.

Y no comprendo,
cómo es que siendo tu otro yo,
gemelo cósmico,
no logro desentrañar
el camino hacia
tu hedonismo.

Porque has puesto una barrera
entre tu divina magnificencia
y mi pequeño ser mortal…

¡Aliméntame gran Vulcano!
Dame el calor que me ha sido negado.
Abrasame en tu fuego
Y transforma mi nívea piel
en el color de la corteza que eternamente te envuelve.

SONETO DE MI AMIGA LAVADORA

Lavadora, tu siempre estas chambeando
No te importa si el agua está muy fría
Todo el día mi ropa vas lavando
Aumentando la huevonada mía.

Mi ropita yo te voy arrimando
Y recuerdo cuando no te tenía
Muy difícil: chayotes yo paría
Eran horas estarla desmanchando.

Poco a poco y con el detergente
Realizas tu trabajo arduamente
¿Y tu sabes que mi hermana te adora?

Muchos piensan que puedo estar demente
Y no importa lo que diga la gente
Yo te adoro, mi linda lavadora






Mayo 1990

martes, 11 de enero de 2011

AGRADECIMIENTOS

A Dios, por darme la oportunidad de estar aquí. Alláh'u'Abhá.

A Papi, por heredarme un espíritu aventurero.

A Alita, por ser mi confidente, cómplice y hermana perfecta. Por leerme a escondidas y darme el título de lo que soy: Escritora.

A Imma, por sus amorosas esperas.

A Hassan al Hakim, por la paciencia, el amor y el desamor.

A Rubén, por su amistad y confianza gemelar.

A Héctor Luis, por haberme impulsado a escribir de nuevo.

A Guillermo Vega Zaragoza, por la lección: A escribir solo se aprende escribiendo y no mostrar tus textos, es onanismo.

A Victor León Leitón, porque leer en público mi poesía hace que cobre vida.

A Oscar Martinez Velez, por enseñarme que un escritor por encargo, puede conservarse sin mancha en medio del lodo.

A Sari, por darme el ejemplo de coraje y valor necesario para publicar vía Blogg.

A los que estan y ya se fueron de mi vida, por hacerme fuerte y darme lágrimas y sonrisas. Experiencias que he tomado para aprender y seguir.




Pero principalmente A Mami, por haberme enseñado a leer y amar la palabra impresa. ¿Qué habría sido sin ti? Te amo.