De niña sentía miedo de la obscuridad.
Quería dormir tranquila, pero también
(si despertaba),
quería que acabara pronto.
Y cuando crecí,
si sufría,
deseaba que durara eternamente.
Pero ella nunca me ayudó.
Se iba.
Y yo debía seguir,
siempre,
seguir despierta.
La noche me hace pensar
y los demonios regresan
de aquel lejano lugar,
deseaba que durara eternamente.
Pero ella nunca me ayudó.
Se iba.
Y yo debía seguir,
siempre,
seguir despierta.
La noche me hace pensar
y los demonios regresan
de aquel lejano lugar,
que tanto amo, pero que se perdió,
dejándome a merced de lo que soy,
y que no he logrado reencontrar...
dejándome a merced de lo que soy,
y que no he logrado reencontrar...
1 comentario:
La noche es mi aliada. Porque me ha dado la fortuna de leerte y eso, es complicidad, hermosa.
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