PALESTINA

Palestina es un lugar lejano,
lejanísimo de aquí.
Donde a las mujeres se les mata por ser lo que son.
Donde hay niños que sufren la ausencia de papá y mamá.

Es un sitio donde se come mal y poco.
Donde se juega entre balas y extraños que las disparan.
Un lugar de gente sin lugar, que no es dueña de la tierra que trabaja.
Una tierra llena de expatriados,
apátridas,
sin verdaderos patriarcas que les amen, y a quienes amar y seguir.



¡Y el orgulloso gobierno (que hace como que no ve),
se lava las manos y no hace nada!



Creo que Palestina podría ser cualquier lugar.
Es Ciudad Juárez con sus muertas
y Oaxaca con sus maestros insumisos.

Es California y sus niños migrantes,
que no son suyos y por eso no saben bien a bien qué hacer.
Y es África con sed y hambre 
e Italia con barcos repletos de gente dispuesta a morir
por una oportunidad de bien vivir.

Y no hay por qué ver más allá…

Palestina es una madre que ha llorado,
sea cual sea el caso.
Es un padre preocupado por el mañana,
con solo una moneda en el bolsillo del pantalón.

Y también es el sueño de ser un gran futbolista, 
de ese niño que juega a la pelota.
La inocencia de una niña que es la doctora de su muñeca preferida.
Es cualquier persona 
que ha reído al menos una vez en su vida.



Pensándolo bien,
todos somos Palestina.





(Imagen de la pintora Karla Carrión. Técnica Mixta).