miércoles, 2 de septiembre de 2015

VICO Y TULIO

Cinco años después de nacer Vitulio Maravillo (Tulio), su madre murió. Dos hermanos mayores, el y Vico, su papá, se quedaron solos y asustados. ¿Qué podía saber un hombre de campo de cuidar hijos?

Por eso, cuando la familia de Estados Unidos ofreció hacerse cargo de los dos mayores, el padre no lo dudó. A Tulio no lo quisieron porque era "lelito" y era más problema educarlo. Y se avergonzaban de él.

Desde ese día, Vico se dedicó a su hijo en cuerpo y alma. Nadie quiso ayudarle a cuidar a Tulio porque nadie sabía cómo hacerlo. Así que dejó su trabajo y aprendió a cambiar pañales y a vivir de la caridad de la gente. Poco a poco, en el pueblo se fueron acostumbrando a verlo, primero, con su hijo a cuestas y luego, caminando de su mano. Vico dejó de cambiar su ropa o la de Tulio. Poco a poco entró en el mundo de su hijo, en su mente. Su aseo personal dejó de ser importante para el.

A veces Tulio hace berrinche y se tira al piso. No quiere seguir caminando. Vico se detiene y lo observa un rato en silencio. Luego pregunta ¿Ya? Y Tulio asiente y se levanta con rapidez. Toma de la mano a su papá y le señala el puesto de fruta o el de aguas frescas. La gente los ayuda por lástima, porque "el niño es tontito”.

Eso fue hace 25 años. Los hermanos de Tulio tienen la nacionalidad americana. Uno es ingeniero y el otro doctor y vagamente recuerdan el lugar del que salieron siendo pequeños. Tulio y Vico siguen caminando todos los días por el centro y viviendo de la caridad de la gente, para quienes son parte del entorno. Al parecer hasta la seguridad social se olvidó de ellos. Oficialmente son los loquitos del pueblo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

:l

Unknown dijo...

Bella historia, solo que deseo saber el final feliz.