miércoles, 2 de septiembre de 2015

NOSOTROS

Te beso lentamente. Tiro de tu cabello y enredo mis dedos en el... Continúo besándote pensando en lo mucho que me excita que uses corbata. ¡Te ves tan bien! Me enciendes más que de costumbre... Sigo besándote y acaricio tu pecho. ¡La corbata hace que te veas tan sensual! Sabes que es mi fetiche. Que me encanta que la uses. Por eso lo haces ¿Sientes mi respiración? Sube de velocidad. No puedo más y froto mi cuerpo contra el tuyo. Con la pierna, acaricio tu sexo y siento como comienza a endurecerse. Eso me excita de un modo indescriptible.

Tu mano derecha busca la humedad de mi entrepierna. Encuentra el botón del placer y juega con el... Eso me hace gemir y moverme lentamente, invitándote a seguir tocándome. ¡Tus dedos son tan hábiles!

Logras que desee besar tu sexo, así que te pido que te sientes no sin antes bajar el cierre de tu pantalón.

Mi lengua juega con la cabeza de tu miembro. Mis labios succionan lentamente y te producen placer. La suavidad de la piel de tu sexo, hace más fácil mi labor y hace que te excites. Cierras los ojos y disfrutas los movimientos de mi lengua y mis labios.

No puedo más y te pido que me tomes. Así que me recuestas, abres mis piernas y mueves a un lado mi pantaleta. Me penetras con un movimiento lento que me hace gemir. Nos movemos al unísono, lentamente. Me besas y acaricias mis senos. Disfruto tanto lo que me haces, que logras que termine con un grito ahogado en tu pecho, al mismo tiempo que me llenas con tu leche.

Todo vuelve a la normalidad a tiempo para que nadie nos extrañe en la fiesta. Nadie le toma importancia al hecho de vernos juntos porque, a final de cuentas, yo soy la novia y tú el padrino.

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