miércoles, 28 de octubre de 2015

SIN NOMBRE

Infrahumanos.
Paradójico orgullo de la sociedad
pero lo más bajo también.

Cifras, números.
Hambre que es callada
cada cierto tiempo con limosna.

Animales de carga que cada día
luchan por ser volteados a ver.
Por ser tomado en cuenta.

Con tantas cosas por ofrecer
pero transparentes como un fantasma olvidado.

Sin voz, sin voto.
Con la obligación de dar el todo
y sin la esperanza de alcanzar el infinito.
Con sueños de equidad,
que se acaban en cuanto la pesadilla de la burocracia
les despierta.



Así somos los becarios.

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