miércoles, 20 de enero de 2016

ENVOLTURA

Esa sensualidad encapsulada
se te está fugando por los poros...

A las 3 de la mañana, me resigné. Había perdido el sueño. Recordé tus besos. Tus caricias. Y me hicieron dormir menos y soñar más. Así que busqué bajo la almohada la bolsita donde guardo tus obsequios y me senté a sacarlos de la envoltura: Primero una caricia lasciva, luego un beso apasionado. No quise usar más, para que no se me acabaran rápido. 

Fue así que en un beso tuyo, mis ojos recuperaron lo que les hacía falta de la noche.

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