miércoles, 27 de enero de 2016

TRES

Se en mi cuerpo, 
el dulce estado de la materia
que se funde en mis poros
lenta y suavemente.

Pierde mi mente
en la brevedad de tus ojos
y en el universo de tu sonrisa,
que contagia la mía
cada vez que la pienso.

Enamora mi alma,
en la misma forma en que te he soñado
desde el milenio aquel 

de la memoria colectiva.

Da a mi vida,
un motivo para no huir del mundo.

Quiéreme.

Hazme sentir
la gracia de los Dioses de lejana estirpe,
el cielo prometido.
La felicidad que perdí
en el infierno del Rey Santo.

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