sábado, 19 de febrero de 2011

GATO

I
Por comer con rapidez, el gato se mordió la lengua y se la partió en dos mitades. Y al volverse bilingüe, comenzó a cobrar en dólares.

II
El gato se cayó del tejado y se rompió una patita. Fue una verdadera gatastrofe.

III
Creo en la reencarnación. Y para mi siguiente vida, deseo regresar como gato de viejita rica.

IV
Cuando creció, el gato dejó de tomar leche. Por eso ahora, es un gato hidráulico.

V
¿Qué te sirva qué? ¡Yo no soy tu gato! -Protesté. Y me alejé de su lado, ladrando.

VI
El gato arropó a sus hijos y les contó un cuento: “Esta era una persona, en una casona, que se comió un huevo ¿Quieren que se los cuente de nuevo?”.

1 comentario:

Gerardo Andersen dijo...

Puedo ver que te gustan los gatos, hermosa. Eso habla de tu dulzura y buen corazón