miércoles, 2 de septiembre de 2015

FEA

Hace unos días, me enteré que alguien me ha llamado fea al ver una de mis fotos. Tengo 42 años siendo fea para las personas banales, superfluas y que no tienen una mejor ocupación en la vida que opinar sobre los demás. Si tuviera un peso por cada vez que me han dicho fea, ya me habría podido pagar una buena cena. Aquí la cuestión, es que me lo dijo alguien que se dedica al arte. Un poeta. ¿Cómo puede dejar en un lugar tan ínfimo las cualidades humanas que valen realmente?

Usted no me conoce y por eso no puede hablar de mí. Pero si fuera fea como dice, no habría donado mi cabello para contribuir a hacer una peluca para una niña con cáncer. Mi cabello crecerá y ayudar a que alguien se sienta mejor, es más importante que mi aspecto físico.

Quizá no conoce la diferencia, pero la estética, dista mucho de la belleza. ¿Quién dice que algo es o no bello? Si. Cualquiera. Maldita libertad de expresión que permite herir, hacer llorar, hacer que duela, sin antes pensar. El hombre puede hablar lo que desee, pero un caballero, jamás se referiría con ese tipo de expresiones a una mujer. Dicen que la belleza se encuentra en los ojos de quien la observa. Al parecer sus ojos no observan con detenimiento. O quizá si yo tuviera 20 años, cabello rubio, una nariz pequeña y ojos de color, hablaríamos de algo muy distinto.

No se preocupe. Voy a pedir que, si me vuelven a publicar, por favor no nos acomoden en páginas contiguas. Así salimos ganando ambos. Usted no tiene que ver mi fea cara y yo no tengo que ver sus textos. Porque su poesía no me gusta. Y no por lo que opine de mí. Si no porque su conocimiento del uso de los signos de puntuación, es inexistente. Y eso si es importante para lograr la belleza. Al menos para los que se autodenominan escritores.

Buenas tardes.

No hay comentarios: