miércoles, 2 de septiembre de 2015

GUERNICA

A través de los árboles los vieron venir.
Eran los súbditos del tirano que obsequió el fuego mágico.
Los perros aullaban confundidos por el aire convertido en humo caliente.
¿Hacia dónde podían huir?

Todo se volvió polvo
pintado en un arcoíris blancogrisnegro:
Las casas,
los plantíos,
ese sueño que hablaba de una boda e hijos.
Todo se volvió polvo.
Se perdió entre los gritos
y el llanto de las madres
que no vieron regresar del campo a sus amados.

Lo único que se sembró ese día,
fueron enormes cantidades de explosivos
que silbaban al caer
y cerraron los ojos
de los que,
infortunadamente,
estuvieron cerca para poder escucharlos.

Muerte.
Soledad.
¿Sirvió de algo la barbarie?
¿El fanatismo? ¿El odio?
Nadie quedó salvo de la pérdida.
El pueblo familiar, ya no lo era más.

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