viernes, 16 de octubre de 2015

SE ADOPTAN LIBROS

Entre los artistas, se ha dado la moda de adoptar niños. Y si son diferentes entre si, mucho mejor. Hay quienes, en un sentido de bienestar mundial, han tenido la iniciativa de adoptar un árbol. Yo pienso ¿Por qué no adoptar dos? O un bosque entero… A fin de cuentas, a todos nos beneficia ¿O no? Y las buenas conciencias han decidido que adoptar una mascota es excelente para el corazón y la conciencia. Ok. Lo acepto. Recientemente, adopté una hermosa labrador negra de cuatro años de edad, más criolla que labrador. Maltratada por sus anteriores dueños. El abandono, es la forma de maltrato mas duro que existe. Y en mi casa ha encontrado todo el amor que le fue negado.

Pero, ¿Quién adopta libros? Ya muy pocos los leen, muchos menos los compran. Las bibliotecas, antes llenas de lectores ávidos, ahora se abarrotan de laptops en donde algunos prefieren la comodidad de los libros online y los mas “prácticos”, los audio libros.

¿Y los libros impresos? Existe en ellos un romanticismo que jamás encontraremos en la pantalla de una computadora. La sensación de tener uno entre las manos, de pasar sus páginas con dedos ávidos, presionando amorosamente a nuestros ojos para seguir, no tiene igual. Lo acepto. Amo los libros. Y los defiendo de quienes, por inconciencia o por maldad, los dañan, mutilan sus páginas. Incluso si doblan una hoja para separar su lectura. Todo libro merece respeto. Así sea de la artista que, sin siquiera saber hilar una frase, ha hecho de ésta su forma de expresión. O si es del autor a quien le editan libros por mayoreo, porque se venden como pan caliente, pero cuya literatura no es del todo digna de comparación con los grandes. Todo libro es grande por si mismo. Solo por el hecho de que sus hojas, todas ellas, tienen el mismo origen y su manufactura, el mismo proceso de creación. Si, de creación. Porque aunque se impriman por cientos, un leve error de impresión un pequeño cambio en el color de la portada o sus letras, los hace ser únicos. Aunque para nuestro embotado sentido de la vista, sea imperceptible.

Por eso, esta mañana tomé la determinación de adoptar un libro. O miles, los que la gente quiera donarme. No importa su estado físico, no importa su color o edad. Mucho menos importa su filiación política o su sexo. Quiero adoptarlos por amor, no por moda o novedad. Mucho menos para llenarme de ellos y olvidarlos en el librero. Cada uno de ellos, será leído, lo prometo. Y será tratado con el mismo respeto, la misma veneración. En mi casa, encontrarán igualdad y un espacio digno, pero sobre todo, abierto a todo el que desee tomar alguno, sin costo. Tan solo con la promesa de devolverlo en el estado en que le fue prestado.

Se adoptan libros. ¿Tienes alguno? Contáctame. Y descuida. La adopción se realizará con la mayor discreción. No necesito saber el motivo por el cual ya no puede seguir a tu lado. En mi hogar hay un espacio para el. Te espero…

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