viernes, 16 de octubre de 2015

EL FESTIVAL (10 DE MAYO)

Llegó el día más temido por todas las que tenemos hijos en edad escolar: El del festival del día de las madres del colegio. ¿Preparadas? No solo nos toca hacer traje para el bailable o moños y listones para la canción que, indudablemente, será "Señora, Señora". ¿No se supone que en México no deben existir los monopolios? Denisse de Kalafe es la Slim del llanto en este día.

El festival comienza con las palabras del director, siempre ensalzando las características positivas se ser mamis. Cuando todo el año se dedican a decirnos que somos de lo peor, porque no sabemos educar a nuestros monstruos. 

Seguimos con "Las Mañanitas" en la voz de Pedro Infante. Una rifa de trastes de cocina. Y luego con el concurso de baile, las sillas, romper los globos en pareja. Y es en estos concursos donde se ve quienes son las más aferradas, guerrilleras, combativas y de cuidado. Este año no pude participar, pero el que viene no se salvan los globos.

Ya estamos en ambiente y entonces continuamos con otra rifa. La declamación. La canción. El baile. Es una ley que de los 4 a los 6 años y de los 12 a los 15, los niños carecen de ritmo y memoria para los pasos. Pero definitivamente los chiquitos tienen algo que los grandes no. Gracias y simpatía.

Y la comida... Dependiendo del estado de la república es lo que una come. Generalmente las mamás le ceden su plato a los hijos. Yo no. 

Pero definitivamente lo peor de ese día es ser una mami que trabaja y que no le den permiso para asistir. Es muy triste escuchar "No Vino" cuando las nombran y ver que los hijos si están. 
Y aunque la secundariana no bailó, ni cantó, ni fue edecán del evento; asistí y me divertí no porque me lo merezca si no porque cada año lo hago. Disfruto cantando, bailando, concursando. Me río con las ocurrencias de los niños y sobre todo, viendo a los maestros intentando hacer baile sensual para las mamás. 

Pero bueno. El evento terminó y yo me divertí mucho gracias a los maestros, las edecanes, los bailarines y sobre todo, a la secundariana. Si no fuera porque me insistió, no habría querido salir de casa. 

PD
No pude resistirlo. ¡El concurso era de comer donitas y me hacía falta un postre! Y me gané un recipiente de plástico que nunca sobra en casa.

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