martes, 24 de mayo de 2011

AGAIN


Queriendo volar y al lanzarme al vacío, 
dándome cuenta que no tengo alas.
Viendo que no tengo lo que se necesita para crecer 
porque no se que se requiere.
sin entender la dureza del corazón de los grandes, 
que de tan grandes, 
no miran hacia abajo
y nos pisan porque simplemente no les interesa observar.
En un encierro que no es físico si no más violento que eso.
Sin salida, 
sin poder mirar el cielo 
porque las paredes me oprimen
y el techo se acerca cada vez más al suelo.
Con la misma corteza que me cubre día a día. 
Sin opción alguna a cambiarla.
En silencio para no provocar la ira de los dioses.
Sin identidad, sin existencia, 
sin valor alguno para los demás.
De un modo más rudo que nunca, 
sin poder dejar el horizontal.
Siendo solo una espectadora de la vida, 
de la felicidad.

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