lunes, 7 de enero de 2013

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Me sumerjo en el río salobre
de tu deseo.

La fuente aquella
de la que incesantemente
brotan expectativas de vida.

Asintiendo ante la forma y el fondo.
Construyendo sueños
vistos hace milenios.

Parto de ti, nazco de ti.
Entera recuperación de mi ser infinito.
Generas el invisible alimento
Que me mantiene presente.

Instrumento de vida
que precede al momento sublime
en que tu tiempo de finalizar,
me vuelve enorme,
una con el fungi supremo.

Y eso es todo.
Pero solo por el momento...

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